La veo a través de la computadora, todos los
días es la primera en llegar, es la que le prepara el café al jefe, la que hace
sus llamadas privadas, lo que no le molesta a su secretaria porque le queda más
tiempo para ir a hacer sus cobros y llevar sus nuevos catálogos.
Su pelo ya está largo, tenía mucho tiempo que
no se lo dejaba crecer. Hoy me atreví a decirle que se le veía muy bien así,
sólo sonrió.
*
Dos minutos le robo al horario, dos minutos
para verla fijamente, para tratar de descubrir su nuca, para imaginar que olor
tendrá, pero no ese olor a colonia de bambú, sino el sabor natural de su piel.
Dos minutos en los que es mía. Cuando te conozca te contaré con detalle todos
los lunares que tiene tu piel.
*
Apenas alcanzo a escuchar tu música, dicen que
no les gusta, que no cantas sino gritas, que tus letras no son de amor, que
eres demasiado atrevida, que todo lo que pasó no se olvida tan fácilmente. No
te preocupes que te he defendido. Ella no dijo nada, no sé si le gustas o no.
Casi estoy segura que sí, cuando sea mía la llevaré a un concierto tuyo. Y si
acaso no le gustas le cantaré todas tus letras al oído y después tararea
conmigo tus canciones cuando vengamos juntas a trabajar.
*
Tiene días que no hablan más que de sexo, sólo
ella dice algunas cosas, y pongo mucha atención para tratar de adivinar que
también es gay como yo, pero no cuenta mucho, ni siquiera algo que pudiera
desenmascararla o definitivamente volverla heterosexual. Tengo mis dudas, pero
creo que no se lo preguntaré, sería muy obvio.
De mí dicen que soy una solterona quedada, que
a mis treinta y tantos ya no habrá quien quiera casarse conmigo. Que me importa
digo, si así soy feliz. Nunca me han conocido novio, me dicen, claro que no,
nunca he tenido novio, solo dos relaciones donde mi pareja era mi princesa.
Muy bonito todo.. Pero las dos últimas estrofas me encantaron
ResponderEliminar